“L’últim passatge”

Un tributo artístico para los vecinos del Passatge de Piera y la Colònia Castells

Este proyecto ha sido concebido como un tributo a una comunidad que vino a Barcelona en el 1923, durante los años de crecimiento económico y urbanístico, a trabajar en la auge de la construcción que se generó a raíz de la Exposición Internacional de 1929. Una comunidad, que casi 100 años después, se encuentra en la recta final de su desalojo y a la espera de la demolición inminente de sus hogares.

‘L’últim passatge’ es una exposición íntima, fruto de conversaciones informales mantenidas con vecinos y vecinas del pasaje de Piera y la Colònia Castells, en la terraza del Bar Byrris. Durante estas reuniones se ha hablado sobre cómo fue la vida en la Colònia, la relación íntima entre vecinos y su proceso de desalojo y realojamiento a pisos nuevos en las calles Entença y Morales. Estas conversaciones han formado los fundamentos conceptuales de las obras creadas por: Katerina Ashche, Lucy Costelloe, Netai Halup, Marc Larré, Lola Lasurt y Rachel Quaday. Las obras se presentan ahora in situ, invitando a recorrer el pasaje de Piera, entrar dentro de una casa ya tapiada y reabierta específicamente para este evento; y conocer el espacio donde estaba situada la Colònia Castells o, tal y como la llamaban sus habitantes, “el pueblito”.

Los artistas han conocido a los vecinos y vecinas participantes en este proyecto, y después de escuchar sus histórias y enriquecerla con investigación, la han utilizado como base conceptual para su creación, formando así un vínculo entre la obra y el entorno personal, social y histórico.

Se invita, así, a las personas que asisten a volver la mirada hacia atrás y a comprender los factores que contribuyeron a formar esta identidad vecinal. Se les invita, asimismo, a contemplar el valor de un lugar que pasa desapercibido a demasiada gente, para mirar hacia el futuro y reflexionar sobre ello de un modo positivo y activo.

El protagonista de este exposición es el espacio; el espacio y su gente.
La intención no es de hacer una grande intervención, pero escuchar y ver este espacio como es, y mostrar su facetas diferentes por un recorrido artístico.

Las obras son el resultado de la interpretación de los artistas de el espacio y las historias contadas  por los propios vecinos participantes. Estoy muy orgullosa de este proyecto, gracias a que estos maravilloso artistas han tenido la sensibilidad de escuchar activamente, teniendo interés en el pasaje a en su gente.

Rachel Quaday


Su voz
Performance, audio

i.
La voz de una mujer en un hogar vacío
La voz de una mujer en un espacio privado
Una mujer presente y no presente
a la vez

ii.
Las páginas de las paredes
frágiles como el hormigón
esperando a su demolición
como pájaros desaparecidos

Estirones infantiles documentados
en los marcos de las puertas
Niños cogiendose las manos y
el tiempo creció como edificios altos
bloqueando el sol.

Una vida, metida en una casa, metida en cajas.

Un pasaje desarraigado.

Esta obra de Rachel Quaday está dedicada a los habitantes del barrio como la señora Agustina; una viuda de 74 años a quien les salieron problemas mentales después la muerte de su marido. La señora fue abandonada a recursos sin luz ni agua y con la casa en muy mal estado. Sus vecinos hicieron una actuación urgente de cuatro días, y con su trabajo manual le devolvieron su casa a condiciones humanamente habitables.

Por otro lado el Señor Jesús, inquilino de la casa número 1, quien vivía con su hermana y sus sobrinas. Vendía caramelos desde una habitación de su casa y fue un hombre muy querido por los niños del la Colònia.

También está dedicado los vecinos que están pasando sus últimos momentos dentro de sus hogares, o acaban de dejar sus casas. Casas destinadas a otro futuro; casas destinadas a la memoria; un testimonio a la comunidad que para muchos ya se ha olvidado.

Marc Larré

Lugar de orígen – lugar de destino (Passatge de Piera)
Arcilla

La contribución de Marc Larré al proyecto en el pasaje de Piera es un grupo de piezas de barro que buscan registrar el momento de tránsito en el que se encuentran los vecinos y vecinas del pasaje. Cada pieza es un cilindro de barro que cuando estaba todavía fresco entró en contacto directo con la puerta de la casa desalojada por un extremo, y la puerta de la casa a habitar por el otro.

Las piezas están colocadas en la entrada de tres casas a demoler, en el suelo, donde se colocaría el felpudo. Así, cada pieza es la materialización de una distancia, un espacio de tránsito entre dos lugares y dos temporalidades.

La intervención de Marc encaja en una serie de obras que investigan la relación entre fotografía y barro a partir de la noción de huella. La maleabilidad del barro también permite un registro del entorno físico al ser un cuerpo sensible a todo lo que sucede a su alrededor.

Lola Lasurt

Encarna
Pintura de óleo sobre lienzo, proyección vídeo super-8

Encarna llegó a Barcelona desde Granada a los 14 años y en el pasaje de Piera conoció e inició su noviazgo con Félix, nacido en la casa número 27, con quien se casó y tuvo dos hijos, Félix y Olga.

El proyecto retoma el diseño y la composición del cartel que el pintor surrealista belga René Magritte hizo como encargo para el Festival Internacional de Cine y Bellas Artes de Bruselas en 1947. Mediante esta gran pintura, el cartel de Magritte es recreado con el rostro de Encarna, con lo que equivale a una pantalla de cine en su frente. Esta pantalla sirve para proyectar una película super-8 filmada en blanco y negro el verano de 2018,  con que se documenta el pasaje y el interior de la casa de Encarna. Estas imágenes se intercalan con otras imágenes super-8 del pasaje, esta vez en color y originales filmadas por Julián Hernández Simón, vecino de la casa número 14, hace unos 45 años.

Cromáticamente, Lasurt utiliza en su tela las mismas combinaciones de color que decoran las paredes de la casa ahora tapiada de Encarna: carmín y naranja rojizo en el salón y carmín con azul turquesa para el dormitorio.

La obra pone en juego aspectos de la composición y la poética del espacio, como están estrechamente ligados, no solo a los espacios físicos que habitamos, sino también a la organización de nuestra psique. El trabajo sirve de testimonio del lugar desde una perspectiva íntima en un proceso de pérdida. La creación ha avanzado en diálogo con Encarna y ha procurado acompañar su proceso de transición.

Lasurt ha realizado un segundo retrato pictórico para Encarna, manteniendo así la memoria de las combinaciones de colores de su antigua casa.

Katerina Ashche en colaboración con Alexia Medici

Máquina del Tiempo
Instalación

La nevera es una máquina del tiempo.

Sirve para ralentizar el paso del tiempo, lo que nos permite ahorrar y alargar la vida de todo lo que contiene. Permite que el pasado y el presente se extiendan al futuro. En un futuro imaginario donde las cosas se disponen para su uso y disfrute. Y si se olvidan, son abandonadas a su putrefacción, siendo descartadas y desaprovechadas para ser reemplazadas por otras.

El exterior de la nevera es un tablero donde se reúnen rastros de recuerdos y anotaciones de pensamientos que en un momento concreto parecen importantes. Momentos que la familia recolecta y guarda en vano, con la esperanza de aferrarse al presente constantemente cambiante.

En este proyecto, Ashche recopila reminiscencias y objetos familiares y históricos del pasaje de Piera para crear una narrativa central en la vida familiar de Juanita, Julián, Sonia y Noa, habitantes de esta casa. Una casa recientemente tapiada y especialmente reabierta para este evento, para ser nuevamente tapiada al cabo de unas pocas horas.

Netai Halup

Transmutados
Instalación

En su intervención artística Netai Halup utiliza y recrea objetos encontrados en algunas de las casas tapiadas del pasaje de Piera. Sus estructuras son tensas, frágiles y funcionan con equilibrio, unas sensaciones que resultan relevantes al respecto de esta última etapa en la vida del pasaje de Piera y lo que queda de la Colònia Castells.

En su primera intervención, el artista interactúa con el patio interior de la casa tapiada del pasaje de Piera número 1. Las personas asistentes solo ven la instalación desde el espacio donde se encontraba el Bar Bodega R. Ruiz, mirando a través del cable instalado para desalentar la ocupación de este lugar.

En la segunda intervención el artista trabaja con el concepto de conexión temporal y espacial. En este caso, su instalación conecta las casas recientemente desalojadas de Mari Claramunt y Encarna García con el vacío que se presenció después de que se demoliera la casa que había justo detrás.

Halup utiliza el cemento, el mismo material utilizado para tapiar las casas, para alargar la vida de estos objetos encontrados, encapsulando y preservando lo que se ha descartado y dejado en los momentos intensos durante la transición de una vida conocida a una nueva distinta. Al crear una situación performativa, los espectadores participan de forma activa en el diálogo con los residuos físicos y mentales en una instalación que rinde tributo a un espacio que ahora muestra sólo los rastros de lo que fue.

Elena Calle, Laura Núñez

Colònia Castells: al rescat de la memòria
Districte de les Corts, Ajuntament de Barcelona
Audio

Se invita a las personas que asistan a sentarse en los bancos del parque y escuchar los recuerdos narrados por algunos de los vecinos y vecinas de la Colònia Castells mientras se contempla el espacio abierto que una vez estuvo compuesto por 117 casas pequeñas y 4 pasajes. Por estos pasajes, cada tarde personas mayores traían sus sillas y se sentaban en la entrada de sus casas, observando a los niños jugar mientras que sus vecinos hacían sus tareas diarias. Estas calles fueron el escenario de comidas vecinales al aire libre; fiestas como la verbena de Sant Joan, con sus grandes hogueras en la calle de Montnegre; puntos de encuentro como el colmado, el bar La Campana y el Bar Bodega R. Ruiz, entre otros.

Participantes: Juana Blanch, Herminia Cruz, Rosa Maria Escolà, Mª Dolores García, Julián Hernández, Encarna García. Francisca Vicent i Carles Vidal. Imágenes cedidas por: Arxiu fotogràfic de Barcelona, Arxiu Municipal del Districte de les Corts, Dolors Abadia, Lidia Alvero, Concha Aneiros, Xavier Artigues, Manel Beltran, Rosa Maria Escolà Vilaginés, Montserrat Ferrando, Reinald González, Julián Hernández, Albert de la Hoz Bofarull, Jaume Meneses, Pere Monés. Agradecimientos: Adela Agelet, Josep Alió, Lourdes Baños López, Nora Miquel, Residència Les Corts, Maite Roca, Federic Utzet. Música: Menilmontant by Latché Swing. Voz en off:  Laura Nuñez. Guión: Laura Nuñez. Realitzación: Elena Calle

Colectivo Metromuster

[NO-RES] vida y muerte de un espacio en tres actos (2011)
Vídeo 90’. 

Vídeo 90’. Esta obra está licenciada bajo la Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial 3.0 No portada. Ganador del 1er Premio de la sección de largometraje nacional de Documenta Madrid 2012

[NO-RES] es la crónica de los últimos días de vida de la Colònia Castells, una de las pocas colonias fabriles que quedan en Barcelona. Con el derribo de sus casas bajas y sus callejuelas, quedará enterrado todo un micromundo relacional muy peculiar, así como una forma muy humana de entender el espacio urbano, por parte de sus entrañables habitantes.

De forma observacional, la película narra tres momentos de este espacio que coinciden con el fin de una cotidianeidad que se ha mantenido inalterada a lo largo de todo un siglo. Estos momentos son: 1. La vida en la colonia; 2. La disecación de la colonia (taxidermia); y 3. La destrucción de la colonia

Se trata de un proceso paradigmático del cambio urbanístico que viven muchas ciudades de occidente. Esta obra audiovisual nos muestra de una forma muy gráfica el paso de la ciudad horizontal a la ciudad vertical. Inevitablemente, [NO-RES] narra también el éxodo de sus protagonistas que fueron desalojados a finales de 2010 y fueron obligados a adaptarse a un medio casi opuesto al que siempre han conocido. La narración culmina con el derribo de las casas en las que nacieron muchos de los vecinos de la Colònia.

La constante narrativa de esta película es el propio espacio y el modo de vida que de él se desprende: muchas horas de sol, ausencia de tráfico, vida en la calle, contacto con los vecinos, gente mayor tomando el fresco, niños jugando a pelota, etc. En contraposición, está la amenaza constante de las grandes avenidas de las ciudades verticales, casi personificada por la proximidad de la Calle Entenza – que limita con la Colonia Castells, característica por su tráfico intenso.

[NO-RES] significa en catalán la NADA.

Lucy Costelloe

Palimpsesto
Fotografía, esculturas de resina y arcilla

Este trabajo comenzó a partir de una investigación sobre un refugio subterráneo de la Guerra Civil de la Colònia Castells. La existencia de este refugio sólo se conocía porque algunos vecinos se referían él. Se había olvidado en la historia de la ciudad y no figura en la lista de refugios del área.

Esta idea de un espacio oculto, casi olvidado, ha llevado al artista a explorar otros lugares olvidados y desaparecidos de alrededor y a documentarlos a través de una serie de fotografías y representaciones de los objetos que ahora los ocupan.

Los espacios que Costelloe documenta con este trabajo abarcan desde las antiguas vilas romanas hasta los torrentes desaparecidos de la Magoria, la Riera Blanca, y la capilla de Santa Cecilia; concluyendo con los monumentos de la Guerra Civil, como es la escultura de José Antonio Primo de Rivera y la prisión de mujeres de les Corts.

Empezado con el refugio oculto y olvidado, esta investigación revela cómo estamos rodeados por los fantasmas del pasado, y que, aún habiendo sido destruidos los espacios físicos, éstos permanecen debido a la naturaleza perdurable de la memoria.

Las obras aquí expuestas representan los palimpsestos que quedan: los objetos banales que se han superpuesto sobre otros con el paso del tiempo, presentados a través de fotografías y esculturas de resina y arcilla, que representan las capas de lo nuevo, sintético, aparentemente desechable, sobre los objetos antiguos, inmutables de la “Historia”.

El proyecto se presenta en un lugar también grabado nuevamente por la historia. Este contenedor industrial es un espacio improvisado colocado sobre una zona donde todavía se ven los restos de los hogares situados al final del pasaje Barnola y de la calle Castells. Son paredes cinceladas con historias y cubiertas con pintura; paredes que se olvidarán en la creación de un nuevo contexto.

Sobre el Passatge de Piera

En 1923 se construyó el Passatge de Piera culminando así la ampliación final de la Colònia Castells, edificada para acoger a las familias obreras, mayoritariamente procedentes del sur de España, que trabajaban en la fábrica de barnices y charoles Castells durante la Segunda Revolución Industrial en el barrio de Les Corts (anexada a Barcelona por el decreto de agregación de 1899).

Cada casa medía unos 40m2, y en cada una de ellas vivían dos familias. La notable falta de espacio conllevaba a que la comunidad hacía vida en la calle. Las casas fueron pasando de generación en generación con lo que la mayoría de sus habitantes actuales han heredado la vivienda.

Durante el 2018, los vecinos tendrán que desalojar sus casas y esta última calle, tal como está, dejará de existir.

El Passatge de Piera y la Colònia Castells han inspirado dos proyectos: Interpretació d’una Transició (2018) and L’últim passatge (2019)